VIVENCIAS OLÍMPICAS

"No hay medalla con más valor que una olímpica"

España logró la medalla de bronce en balonmano masculino en los Juegos de Pekín. En aquel grupo estaba Raúl Entrerríos, en la actualidad capitán de la selección absoluta. El internacional asturiano cuenta para TribunaOlímpica cómo la lograron, y su decepción por no haber logrado la clasificación para Rio.

Los Juegos Olímpicos han significado mucho para mí, he podido cumplir un sueño. Desde pequeño me han impresionado y los he seguido con mucha atención. Es una competición única y difícil de alcanzar, donde se reúnen los mejores deportistas del mundo. Para mí significa más que cualquier otra. 

Cuando tienes la posibilidad de participar en tus primeros Juegos, asistes con muchísima ilusión y con ganas de disfrutar cada pequeño detalle. Hacerlo en una ciudad como Pekin todavía lo hizo más especial. Me había lesionado unos meses antes de una fractura en la muñeca y pude llegar a tiempo , así que llegué con muchas ganas. Es cierto que habíamos conseguido buenos resultados (oro en el Mundial de Túnez 2005 y plata en el Europeo de Suiza 2006) y que teníamos un equipo muy competitivo, pero sabíamos que iba a ser complicado conseguir una medalla. Muchas veces no basta solo con jugar bien, necesitas tener esa fortuna necesaria para el juego. 

Tuvimos, como siempre en los últimos años, un preolímpico muy complicado: Francia como anfitriona, Noruega y Túnez. Sufrimos mucho para conseguirlo, con marcadores muy ajustados y momentos realmente difíciles. Pero conseguimos ganar dos de los tres partidos y eso nos dió la clasificación. Hay mucha tensión esos días y una vez consigues el objetivo respiras tranquilo. La preparación fue en Sierra Nevada, y allí fue todo ilusión y ganas de trabajar. Estás preparándote para lo mejor...

Tuvimos un viaje cómodo, con un buen avión y posibilidad de dormir para ajustarse al cambio horario. Cuando llegamos era muy temprano pero el recibimiento fue increíble. Desde ese momento pudimos comprobar como se volcaba la gente de la ciudad para hacernos sentir como en casa. Antes de ir se hablaba del problema de la polución en Pekín, y cuando llegamos pudimos ver que así era. El cielo estaba gris y había mucha humedad pero esto fue mejorando con el paso de los días. 

La ceremonia de inauguración fue increíble. Salir con la expedición española es una experiencia única pero hacerlo en un estadio como el "nido de pájaro" hace que sea aún mejor. Fue una fiesta, nos descontrolamos un poco y nos llamaron la atención por retrasar el desfile. Era inevitable... El encendido de la llama fue absolutamente espectacular y dejaba claro que esos Juegos serían grandiosos. 

La Villa resultaba igual de grande que todo lo demás. Disponíamos de todo lo necesario para prepararnos y el numeroso voluntariado hacía que estuviesemos atendidos en todo momento. Tuvimos varios días para entrenar e incluso jugar algún partido previo. Pero cuando empiezas a competir cambia el chip y, a pesar de seguir los demás deportes, estás totalmente concentrado en lo tuyo. Aun así, pudimos ver en el estadio olímpico varias pruebas, y en el pabellón de baloncesto un buen España-Grecia. 

Tuvimos tiempo antes de los Juegos, lo que nos dio la oportunidad de visitar lugares increíbles como la Gran Muralla, la ciudad prohibida o la plaza de Tian' anmen. 

Nos alojábamos en apartamentos, y tengo muy buen recuerdo de nuestra convivencia. Compartía habitación con mi hermano y, como era uno de los veteranos, nos tocó una buena habitación con terraza. Compartir aquello con Alberto todavía lo hacía más especial. 

El grupo fue muy duro. Al perder contra Francia y Croacia necesitábamos puntuar contra Polonia y Brasil. No fue nada sencillo y sufrimos mucho para meternos en cuartos.Nos tocó Corea, que contra todo pronóstico había sido primera del otro grupo tras ganar a grandes potencias europeas. Hicimos un gran partido y nos metimos en semifinales y en lucha por las medallas. Perder la semifinal contra Islandia fue difícil de encajar. Era un rival al que normalmente superábamos aunque no fuera sencillo, pero ellos compitieron muy bien durante los Juegos e hicieron un partido muy completo. En ese momento perdimos la oportunidad de jugar una final, pero había que levantarse, porque el premio era una medalla de bronce. 

El partido con Croacia fue duro, tanto por el rival como por tener que rehacernos tras la derrota en semis. Pero el equipo lo hizo, y conseguimos hacer un gran partido (35 a 29). Superamos a una gran Croacia y terminamos con un gran premio. La medalla de bronce.

Para mí no hay medalla que tenga más valor. Los Juegos son lo máximo, y poder volver a casa con un metal es todo un privilegio. Lógicamente estábamos muy contentos por conseguir este bronce y lo celebramos dentro de las posibilidades. No teníamos mucho tiempo ya que volvíamos a España de madrugada. Estaba la posibilidad de asistir a la ceremonia de clausura y no quería perder la oportunidad de verla. Volvimos a la Villa y allí continuó la fiesta hasta la hora de regresar a casa. 

Creo que en Londres'12 merecimos más, por cómo habíamos jugado. Nos tocó un cruce en cuartos muy complicado, el peor que podíamos tener, Francia, quienes se proclamarían posteriormente campeones. Perdimos por un gol sobre la bocina, de rebote y sin posibilidad de respuesta. Fue muy duro terminar así. En un segundo nuestros Juegos habían terminado. 

No clasificarnos para Rio'16 es, sin duda, el peor momento en mi carrera. Quedarte fuera es dejar de asistir a un evento que se celebra cada cuatro años, con todo lo que eso conlleva. Es difícil de aceptar porque este grupo ha hecho un ciclo olímpico increíble, con tres medallas y un cuarto puesto. Te juegas la clasificación en tres partidos, inexplicablemente fuera de casa, y aún ganando dos de ellos no es suficiente. Fue, es y será muy duro no estar en Río, porque el balonmano español merecía estar allí, sin ninguna duda. 

¿El futuro? No queda otra que seguir hacia adelante, como siempre. Y pase lo que pase, en el equipo nacional se debe pelear por cada competición. El futuro más próximo es el campeonato del mundo en Francia, y una vez más hay que ir a por todas. 

(El equipo español que ganó el bronce en Pekín estuvo formado por: David Barrufet, José Javier Hombrados, Albert Rocas, Alberto Entrerríos, Carlos Prieto, Cristian Malmagro, David Davis, Demetrio Lozano, Iker Romero, Jon Belaustegui, Juanín García, Raúl Entrerríos, Rubén Garabaya y Victor Tomás)