Así será la ceremonia de apertura

El viernes a las ocho de la tarde, hora local, se iniciará en el estadio de Maracaná la ceremonia de apertura de los Juegos de la XXXI Olimpiada, los primeros que se celebran en América de Sur.

Cientos de millones de personas seguirán en todo el planeta el espectáculo dirigido por el cineasta Fernando Meirelles. También han participado como directores creativos Daniela Thomas y Andrucha Waddington. La coreógrafa Deborah Colker ha preparado a 6000 voluntarios, que bailarán en la ceremonia, cuyo presupuesto es notablemente inferior al de Londres'12.

Tendrá lugar a partir de las 8 de la tarde, hora de Brasil. Meirelles propondrá una actual visión del país y una visión complementaria, lo que le gustaría que su país llegara a ser en años venideros.

Se prevé que la ceremonia tenga una duración aproximadamente de tres horas. Antes de la ceremonia propiamente dicha, habrá 45 minutos de música y diferentes eventos con el objetivo de que la gente comience a ambientarse de cara a uno de los momentos con mayor simbolismo. 

Una ceremonia que seguirán en directo cientos de millones de espectadores de todo el planeta... ¡aunque a diferentes horarios!:

Rio: 5 de agosto, 8 de la tarde

Washington: 7 de la tarde (del día 5)

Madrid: 1 de la madrugada (del día 6)

Moscú: 2 de la madrugada (del día 6)

Nueva Delhi: 4 de la madrugada (del día 6)

Pekín: 7 de la mañana (del día 6)

Tokio: 8 de la mañana (del día 6)

El show ha requerido unas 400.000 horas de trabajo a lo largo de cinco años.

300 personas se han encargados directamente de la producción

Se han empleado unos 36.000 metros de tejido para confeccionar 12.000 trajes.

Se lanzarán 3.000 kilos de fuegos artificiales.

Anita, Caetano Veloso y Gilberto Gil actuarán en el evento, en el que también veremos a la top-model Gisele Bündchen. 

Nada se sabe, como es natural, acerca de los últimos relevos, ni sobre el último relevista, ni sobre quién y cómo encenderá el pebetero, aunque las últimas ceremonias (Pekín y Londres) han dejado el listón muy alto.

No estarán en la tribuna de autoridades los principales líderes mundiales. Desde luego, no acudirá Barack Obama -el presidente norteamericano calienta motores de cara a la campaña, en la que participará activamente apoyando a Hillary Clinton como candidata a la Casa Blanca,-, como tampoco lo harán ni la reina de Inglaterra ni la primera ministra británica Theresa May. Ni, por supuesto, Angela Merkel. El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha delegado la máxima representación del país en David Johnston, Gobernador General y máximo responsable del Comité Olímpico. Sí, asistirán, en principio, el presidente de Francia, François Hollande, y el primer ministro de Italia, Matteo Renzi. 

Después del descomunal lío provocado por la posible prohibición de que Rusia participase en los Juegos -.que al final se quedó en prohibiciones selectivas, y no de la delegación en conjunto-, no parece que Vladimir Putin esté en la tribuna de autoridades del estadio, aunque no se descarta que haga una vista en días sucesivos. En Londres, el líder ruso asistió a la competición de judo, en la que los rusos se colgaron tres oros.

Tampoco estará la mayoría de los líderes latinoamericanos, a pesar de que se trata de los primeros Juegos en Sudamérica; una pista del rechazo a un Gobierno al que muchos consideran ilegítimo. Sí estarán el presidente de Argentina, Maurício Macri; el de Colombia, Juan Manuel Santos, y el de Paraguay, Horacio Cartes.

La situación política en España no invita, precisamente, a ausentarse en este momento en que Mariano Rajoy ha de formar Gobierno y someterse a la confianza de la Cámara. El presidente del Gobierno en funciones no estará el viernes en Rio. Tampoco estará Felipe VI (en Londres'12, la reina Sofía estuvo en la inauguración de Casa España y los entonces Príncipes de Asturias hicieron también una vista protocolaria y acudieron a algunos eventos). En la despedida de la delegación española, el Rey les deseó suerte, y dijo: “Os seguiremos con enorme interés y atención pegados a la tele, a la radio, a la tablet o a lo que haga falta”. Parece, por lo tanto, que su intención será permanecer en España a la espera de que desbloquee la situación política. 

Por supuesto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones por un juicio de destitución, así como su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, han declinado la invitación a estar presentes en Maracaná. "Me siento madre de estas Olimpíadas", declaró Rousseff en una reciente entrevista, en la que apuntó que Lula "es el padre" de los Juegos. 


Según ella, la celebración de los Juegos "fue fruto del gran trabajo" de Lula, "todos los preparativos" estuvieron a cargo de su Gobierno, y por tanto no aceptará una posición secundaria. No parece, efectivamente, que haya clima político adecuado para ello. Junto al Presidente del COI, Thomas Bach, se sentará el presidente interino, Michel Temer, pero estará más solo que los Jefes de Estado que han presidido otras inauguraciones de Juegos Olímpicos de verano.