Rio'16: A los tribunales por impago

Se apagó hace dos meses y medio la llama olímpica de Rio'16, pero la celebración de los Juegos sigue siendo una "patata caliente" para el Comité Organizador. Cientos de trabajadores aún no han cobrado y han advertido que demandarán al comité organizador para obtener su dinero.

Entre los trabajadores que se quejan de pagos atrasados figuran unos cien contratistas independientes que trabajaron como "speakers" en los estadios, productores de espectáculos, así como empleados del Olympic News Service, que emitía resúmenes escritos de competiciones y atletas.

Rocky Bester, productor independiente de espectáculos y portavoz de los contratistas, dijo que jamás se había enfrentado a problemas semejantes en otros Juegos. Ha participado en siete ediciones olímpicas, y dijo que por parte de los organizadores de Río solo ha encontrado silencio y pretextos. "Hemos sostenido conversaciones duras sobre los pagos en otros Juegos Olímpicos, pero siempre han sido conversaciones abiertas", comentó; "lo que está ocurriendo aquí es que nadie te contesta. Estamos en la oscuridad. Es como si no existiéramos".

Los organizadores de Rio'16 atribuyen la situación al retraso en el pago por parte de algunos patrocinadores, el ayuntamiento de la ciudad y el Comité Olímpico Internacional. "Estamos pagando, pero no se ha recuperado todo el dinero que necesitamos tener para realizar los pagos", explicó a la AP el portavoz de Río, Mario Andrada; "tenemos algunos problemas para que salgan las cuentas""Quienes más sufren son los jóvenes", afirmó Bester"son sus primeros Juegos. Es algo que tiene que ver con el prestigio. Lo último que les pasa por la cabeza es que no les pagarán".

La cantidad adeudada a los trabajadores independientes no sería excesivamente grande, si se compara con los problemas de liquidez que -a causa de los recortes presupuestarios y el aumento de los costes- Rio'16 tuvo que afrontar para tener todo a punto el 5 de agosto. El rescate ordenado por los gobiernos local y federal inyectó fondos públicos, rompiendo el compromiso de que los Juegos se financiaran solo con fondos privados.