Cinco trucos para reducir los dolores posturales (antes de ser mamá)
420.000 mujeres españolas quedan embarazadas cada año. Un estado de buena esperanza que trae consigo el desarrollo de patrones posturales y motores derivados del cambio del centro de gravedad del cuerpo. Este desequilibrio puede provocar dolores de espalda (se calcula que el 40% de las mujeres lo padecerá en esos meses) y molestias en el suelo pélvico.
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid incluye en su revista mensual un reportaje con varias claves para vivir de una forma saludable este momento maravilloso.
1.- Haz ejercicios y estiramientos con la pelota de pilates. Según Lorena Gutiérrez, fisioterapeuta especializada en salud de la mujer y desarrollo del bebé, "cada vez más centros hospitalarios ofrecen la posibilidad de utilizar la pelota durante el proceso de dilatación, ya que el movimiento, además de contribuir a la analgesia y mejor oxigenación de los tejidos, ayuda al bebé a atravesar la pelvis". Los ejercicios pueden hacerse en pareja.
2.-Suelen detectarse molestias en el sistema musculoesquelético y aparato digestivo, así como cefaleas tensionales. En estos casos, conviene ponerse en manos de un fisio para que alivie el dolor articular (teniendo en cuenta el aumento de elasticidad y laxitud de los tejidos durante el embarazo) y relaje la tensión en vísceras por el aumento de volumen abdominal, atenuando las molestias gástricas y mejorando el tránsito.
3.- Realizar masaje perineal puede ser beneficios para el suelo pélvico, una estructura muscular que, según los fisioterapeutas madrileños, ha de ser ejercitado para prevenir lesiones como desgarro o episiotomía durante el parto.
4.- La fisioterapia es útil para atenuar los efectos de los problemas de incontinencia urinaria y fecal,. También es habitual la pesadez o dolor del pubis o coxis debidos a problemas vasculares, incluso asociados a varices vulvares o a la propia tensión muscular. Entre los problemas vasculares están: hinchazón de pies, piernas y brazos, síndrome del túnel carpiano, hormigueos o dolores en las manos y aumento de la tensión miofascial de la cintura escapular por el aumento del tamaño de los pechos.
Los ejercicios de reeducación postural serán muy importantes para hacer más llevaderas las fases de dilatación, expulsivo y puerperio.
5.- Después del parto, en cuestión de horas el cuerpo de la mujer cambia bruscamente. La fisioterapia posparto es muy adecuada para una buena recuperación del suelo pélvico, tratamiento de cicatriz, tanto de cesárea como de episiotomía o desgarro. Hay ejercicios para ayudar a la madre a recuperarse, a prevenir lesiones posturales en la lactancia materna o con biberón y a la hora de coger o llevar al bebé.
A pesar de todos estos consejos, los fisios no están en los equipos multidisciplinares de paritorios en hospitales y centros de salud. José Luis García, experto en fisioterapia para embarazadas y niños, señala en el reportaje que el parto es un momento íntimo en el que "deberían estar las personas de confianza de la mujer, y si está la figura del fisioterapeuta, perfecto". Aunque es un terreno compartido con las matronas, María del Mar Sánchez, directora de Terapia del Movimiento Avanzada, afirma en el mismo reportaje que los fisioterapeutas "nos interesamos por que la madre comprenda los mecanismos que se llevan a cabo en la pelvis ósea durante la dilatación y el expulsivo, a entender la propia anatomía y cómo mantenerla afinada para que todo sea lo más adaptable posible en el parto".