Exfutbolistas en política: Del césped al escaño
Exfutbolistas convertidos en políticos. Estrellas del balompié que, tras colgar las botas, se embarcaron en intentar mejorar la vida de sus compatriotas y vecinos.
Muchos jugadores de fútbol toman el camino de los banquillos, las direcciones deportivas, o pasan a formar parte de las directivas de los clubes de sus amores cuando se retiran. Otros, sin embargo, deciden cambiar de vida radicalmente y eligen algo que no tenga nada que ver con el deporte rey. Por ejemplo, la política.
Cierto es que ver ex futbolistas en política suena tan raro como encontrar jugadores de póker en Wall Street, pero en este post te vamos a mostrar algunos ejemplos.
Un balón de oro
George Weah fue un jugador liberiano que triunfó sobre todo en el Milán y en varios equipos ingleses y franceses durante la década de los 90. Weah consiguió el Balón de Oro en el año 1995 y obtuvo un alto grado de popularidad en los años en los que estuvo en activo, lo que le llevó en volandas a presentar su candidatura a la presidencia de su país, uno de los más pobres de todo el mundo, en las elecciones de 2005.
Todo indicaba que el ex jugador iba a alcanzar la presidencia, avalado por los votos de los millones de seguidores que veían sus partidos a través de la televisión todos los domingos. Sorprendentemente, Ellen Johnson le derrotó con 18 puntos de ventaja en las urnas y, aunque en un principio denunció fraude electoral, al final acabó reconociendo la victoria de su oponente. En los comicios de 2014, fue elegido senador.
Más curiosa es la historia de Hakan Sukur, jugador turco y leyenda de uno de los clubes más laureados de su país, el Galatasaray. Colgó las botas en 2008 y tan solo tres años más tarde fue elegido diputado del Parlamento turco por la circunscripción de Estambul y en el partido del líder turco, Erdogan.
En 2013 abandonó el partido y se hizo independiente. En la actualidad se encuentra en busca y captura por el gobierno de Erdogan, que le considera colaborador del intento fallido de golpe de estado que tuvo lugar en el país otomano en julio del año pasado.
Gica Craioveanu fue un jugador rumano que hizo la mayor parte de su carrera en el Villarreal y en el Getafe, Cuando colgó las botas después de jugar en el cuadro azulón del sur de Madrid, fue "captado" por el PP de Getafe en un intento de aprovechar el tirón del jugador rumano entre los miles de compatriotas censados en la localidad y poder desbancar al PSOE de la alcaldía, en la que llevaba instalado durante cinco legislaturas seguidas.
La jugada no le salió bien a los populares: Gica no pudo contribuir al triunfo del PP, quien tuvo que conformarse, por sexta vez consecutiva, con ser el primer partido de la oposición.
Otros casos relevantes
Yordan Letchkov fue un centrocampista trabajador en la mejor selección búlgara que se recuerda: la que quedó cuarta en el Mundial de 1994. Tras jugar en el Hamburgo y en el Olympique de Marsella, en el año 2003 fue elegido alcalde de Silven, la octava ciudad más importante de Bulgaria. Su sueño de ser alcalde se vio truncado en 2011, cuando fue condenado por corrupción y malversación de fondos.
Otro de los casos de jugadores reconvertidos en políticos nos lleva a Brasil de la mano del exdelantero del Barça y Valencia, Romario, quien hace siete años fue elegido diputado nacional por el Partido Socialista y hace tres, senador por la región de Río de Janeiro. Actualmente, está iniciando su campaña para ser el próximo alcalde de la ciudad que albergó los Juegos Olímpicos el año pasado.