“Si pestañeas, te lo pierdes”. Eso viene a ser el rugby7, tan trepidante en directo que apenas permite enviar un tweet o dar un trago de agua. Si te entretienes en la pantalla del móvil o con el tapón de la botella y levantas de nuevo la vista, a lo mejor el resultado ya no es el mismo. Hay que estar muy concentrado, como lo estaban al saltar al campo las jugadoras, un puñado de gladiadoras que han de cubrir con su habilidad y su físico un campo grande, grande.
Hoy, en el estadio de Deodoro, se ha disputado el primer partido de rugby7 de la historia de los Juegos, en el reencuentro del programa olímpico con el rugby, en el debut de España en este deporte. Merecía la ocasión algo más que gradas vacías. Poca animación, por mucho que sonase Sweet Caroline y otras canciones pegadizas en los altavoces del estadio. En las gradas apretaba el calor. Acaparaba la atención un grupo de norteamericanas con bikinis estampados con la bandera de las barras y las estrellas.
Apenas da tiempo a que el público entre en calor y desarrolle cánticos para animar a sus jugadoras, como en otros deportes. En la posición de prensa, el micro de la árbitra austaliana Amy Perrets que ofrece la señal de TV de la organización transmite sus indicaciones a las jugadoras pero también sus voces, avisos, peticiones de balón, propósito de jugar con cabeza.
Del partido en sí, poco que contar. Francia dominó de principio a fin. Camile Grassineau fue la autora del primer ensayo, con conversión posterior. En este deporte, hay que tener mucha entereza para no perder lo nervios cuando el rival se pone 12-0 en el descanso, después de un primer tiempo de "visto y no visto" en el que España no cruzó el medio campo. En la reanudación, más de lo mismo. Dos ensayos más, y 19-0 a favor de las galas. En el haber de las leonas, solo un ensayo de Patricia García, con su correspondiente conversión. 19-7. Podía pensarse en una remontada, pero para lograrlo habrían hecho falta dos ataques con éxito. Muy al contrario, Elodie Guiglion sentenció. 24-7.
"Como un sueño hecho realidad", Antes de salir nos hemos puesto bajo los aros olímpicos para hacer el grito de equipo. Ahora podemos decir que somos olímpicas. Es una sensación que jamas voy a olvidar, es solo una vez en la vida" me ha dicho Eli Martínez, la capitana, al final del partido, que ha resumido así: "Nos ha costado entrar. Francia es un rival fuerte, tenemos que trabajar en equipo y no cometer errores". Patricia García coincide: "No hemos jugado nada bien, Francia ha estado dominando todo el tiempo, No ha sido el partido soñado, pero tenemos que aprender de nuestros errores. Nos ha faltado ambición e inteligencia, ellas tenían un plan".
A pesar de la desilusión por el mal debut, Patricia confía en las posibilidades del equipo: "No tenemos miedo a nadie, hemos ganado a todas las potencias, tenemos el coraje, la suerte y la determinación para cambiar las cosas". Pulgar hacia arriba, y a no rendirse"Imagino que nadie se quedó con el balón al final del partido. se balón ya está en la historia olímpica.