Fotografiar o grabar con el teléfono móvil a los acosadores está convirtiéndose en una eficaz manera de señalar e identificar a las personas que ejercen violencia verbal (a veces física) sobre las mujeres.
Pero hay otros métodos eficaces para defenderse de una agresión física.
En caso de que se trate de mujeres que ya viven una situación de violencia, lo más importante es estar alerta. Las mujeres que lo viven son expertas en detectar el aumento de tensión, en "ver venir" lo que se llama fase de explosión dentro del llamado "ciclo de la violencia", la fase de acumulación de tensión es la que precede al ataque, y ahí es donde es importante prepararse.
1.- Por ejemplo, tener a mano siempre el teléfono móvil, tener determinados números en modo marcación rápida, concretar con alguien una señal de aviso de estar en peligro, tener preparado un “kit” con documentos y alguna ropa por si tuviera que salir deprisa, tener un lugar seguro donde acudir y que el agresor no conozca,...
Es importante disponer de una red de apoyo de amigos o familiares, y si no se tiene, siempre están los recursos que desde las diferentes administraciones se brindan a estas mujeres.
¿Qué hacer una vez se rompe la relación, que suele ser la etapa donde mayor riesgo corre la mujer, pues el hombre siente que ha perdido el control?
2.- Ahí es importante cambiar las cerraduras de la casa y del coche, cambiar las rutinas, ir y volver a casa o al trabajo por otros caminos, y no abrir la puerta al maltratador por muy buenas palabras que pronuncie.
3.- Es recomendable tener conocimientos de defensa personal práctica, para saber zafarse de diferentes agarres, o cómo cubrirse si viene un golpe que no podemos evitar. Hay que practicar para saber cómo controlar la situación, y tener, sobre todo, confianza en una misma.
Pero no se convierten de la noche a la mañana en expertas. Hay que tener en cuenta su complexión física, por lo que hay que incidir en la preparación mental, en esos segundos se puede estar hablando de salvar o no la vida.
4.- Hay que estar alerta, buscar objetos como unas llaves, un bolígrafo o un paraguas que sirvan a modo de herramienta de defensa.
5.- Hay que pensar en los puntos donde dirigir un "ataque" que sea efectivo y proporcione esos segundos que permitan correr, escapar, tomar ventaja y pedir ayuda. Son, por ejemplo, la mandíbula, dar un golpe seco con el puño, meter el dedo en el ojo, o un simple escupir a la cara, ya que desviaremos su atención y posiblemente sus manos irán a su propio rostro; ese es el momento justo para un golpe en los testículos, o en las costillas o en la boca del estómago, que lo dejará sin respirar unos segundos.
(Consejos de Paco Egea, karateca y monitor de defensa personal, para Tribuna Olímpica)