Cada vez acude más gente a las consultas por las denominadas "dolencias tecnológicas", causadas por la utilización inadecuada y prolongada de smartphones, tablets, ordenadores portátiles y otros dispositivos inalámbricos.
La Sociedad Europea de Columna (Eurospine) advierte del riesgo que supone para el cuello pasar periodos prolongados de tiempo con la cabeza inclinada. El término usado para describir este daño es el "síndrome de cuello de texto" ("text neck syndrom"), causado por la inclinación constante del cuello para escribir mensajes de texto en el móvil, que puede comportar dolor y rigidez cervical, cefaleas y espaldas doloridas, entre otras patologías.
¡Solemos inclinar la cabeza más de 100 veces diarias
para consultar el móvil!
En posición recta, el cráneo pesa entre 4 y 5 kilogramos, pero si el cuello se flexiona 15 grados para mirar el teléfono, la fuerza que se ejerce sobre las vértebras y la musculatura cervical aumenta hasta los doce kilos, y sigue creciendo en función de esta inclinación. La combinación de gravedad y respuesta motora muscular dirigida a mantener la cabeza en esta posición obliga a que ésta ejerza, a cuarenta y cinco grados, una fuerza de más de veinticinco kilogramos sobre los músculos del cuello. Una fuerza cuatro-cinco veces superior a la habitual.
Cuando se manejan de forma equivocada se tuerce la cabeza, se fuerza la postura cervical, se flexiona la espalda y aumenta la cifosis dorsal (curvatura de la columna), hecho que también afecta a los patrones respiratorios.
El "cuello de texto" puede generar disfunciones en el sistema neuromusculoesquelético a nivel cervical porque si a lo largo del tiempo la columna vertebral no trabaja bien se puede alterar la alineación articular, provocando hernia discal, cervicoartrosis, contracturas y dolor de cabeza.
Las consecuencias a largo plazo son dolores de cabeza y cuello, y rigidez, por lo que se recomienda hacer pausas frecuentes a lo largo del día, a fin de aliviar el esfuerzo. También es recomendable ejercitar regularmente los músculos del cuello, para fortalecerlos y conseguir así mayor grado de relajación.
¡Pero no solo es el cuello!
El exceso de uso del dedo pulgar puede provocar estrés articular y generar tenosinovitis de Quervain y rizartrosis del pulgar, una artrosis muy típica de las costureras, si bien sobre este extremo aún no existen suficientes evidencias científicas y son necesarios más estudios.
Recomendaciones para evitar estas "patologías tecnológicas":
- usar más los mensajes de voz en vez de enviar siempre mensajes de texto
- utilizar las dos manos para escribir
- intentar situar la muñeca en una posición neutra
- situar la pantalla del móvil o la tablet en una posición ligeramente inferior a los ojos para que las cervicales estén en una posición neutra y no flexionada,
- mantener una postura recta, aunque sin forzar
- sentarse de forma adecuada.
