Keylor Navas se siente un hombre afortunado. Nadie le ha regalado nada. Llevar la camiseta con el número 1 del Real Madrid ha sido fruto de su esfuerzo y dedicación a la profesión de futbolista. Como dijo en una entrevista en Marca, "me lo he luchado cada día, me lo he trabajado con el alma. Y al final Dios me ha dado la oportunidad de disfrutar de todas estas cosas que me han dado una gran satisfacción".
(Foto: Web de Keylor Navas)
Efectivamente, la religión es uno de sus motores. Así explica en esa misma entrevista la famosa imagen de la final de Champions, arrodillado y rezando antes de empezar la tanda de penalties: "Yo le pedía a Dios que pasara lo que pasara, me diera tranquilidad para afrontar lo que sucediera en esa tanda. A Dios siempre le pido sabiduría, paz y tranquilidad. En momentos de presión y nerviosismo, intento alejarla de mí rezando. Para mis compañeros también pedía tranquilidad, para que afrontaran ese momento con calma".
(Montaje fotográfico: Web de Keylor Navas)
Para convivir con el éxito que le acompaña desde que fichó por el Real Madrid, el arquero dice en su página web: “Los valores me han ayudado mucho en mi vida. Me tocó tomar decisiones muy fuertes pero Dios me ha guiado en todo momento y me envió gente cuando me pude desviar. Todavía me falta mucho camino que recorrer porque tengo muchos objetivos.”
(Foto: Web de Keylor Navas)
Su esposa, Andrea Salas, y sus hijos Daniela y Mateo son los pilares de su carrera. Le encanta la paella (incluso cocinarla), y entre los animales, la pantera, el apodo que la prensa deportiva le adjudicó tras un partido del Real Madrid con el Sevilla.
Pero lo que más lleva a gala Keylor Antonio Navas Gamboa (nacido el 15 de diciembre de 1986 en San Isidro de El General, de Pérez Zeledón, San José) es su 'espíritu tico': "Costa Rica el orgullo de mi vida, el lugar donde nací y donde está mi familia. Es un honor ser costarricense". ¿En qué consiste ese espíritu?
En la presentación del monográfico de la revista Intramuros dedicado a Costa Rica, la Embajadora en España, Doris Osterlof, señaló que "cada costarricense lleva un volcán dentro", en referencia al carácter de sus compatriotas, simbolizado por uno de los volcanes del país, que aparece en la portada de la revista dirigida por Beltrán Gambier en la que personalidades de diferentes ámbitos (desde el astronauta Franklin Chang a la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan) escriben su "autobiografía mínima".
Calidez y espíritu de superación integran el carácter 'tico', que se une al amor por la paz. No olvidemos que es un país sin ejército.
Como el Árbol de Guanacaste, la Guaria Morada o el Yigüirro, ese espíritu forma parte de su identidad nacional, y lo comparten los deportistas más renombrados del país, como la ex-nadadora Claudia Poll, que conquistó la única medalla de oro que Costa Rica ha logrado en unos Juegos Olímpicos. Fue en los 200 metros libres, en Atlanta'96:
También ganó dos bronces en Sydney'00.
Su hermana mayor, Sylvia, había logrado en Seúl'88 la primera medalla olímpica de la historia: plata en la misma modalidad.Otros deportistas costarricenses son el ex-futbolista Paulo Wanchope, que jugó en el Málaga y en otros equipos europeos, Nery Brenes, Andrey Amador...
(Foto: CON)
En la nueva generación de deportistas destaca la nadadora Marie Laura Meza. En su autobiografía mínima -incluida en Intramuros- cuenta su experiencia en los Juegos Olímpicos de Londres'12 y Rio'16. La 'tica' resume su experiencia -sin fruto deportivo- en esta frase: "Se sudó, se lloró, se dudó, se río y se amó".
