A pesar de la incesante lluvia, cientos de mujeres, adultas y niñas, participaron este domingo en la I Carrera EDP Stop Mutilación Genital Femenina (MGF), tres kilómetros por los Paseos de Recoletos y del Prado, en Madrid, coincidiendo con la Medio Maratón de la Mujer.
(Foto: Twitter de EDP)
El objetivo era concienciar a la sociedad sobre la necesidad de acabar con una lacra que afecta a más de 140 millones de mujeres en el mundo. La prueba fue ganada por Charlotte Cotton.
LA MGF
La Mutilación Genital Femenina comprende todos los procedimientos que, de forma intencional, implican la resección total o parcial o la lesión de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos.
Reconocida internacionalmente como una violación de los derechos de las mujeres, esta práctica afecta a más de 140 millones de niñas y mujeres en el mundo y son 3 millones las que cada año corren el riesgo de padecerla.
Geográficamente, la MGF se centra en el África subsahariana, aunque también se dan casos en algunas zonas de Oriente Próximo y Asia.
Mundo Cooperante lleva varios años combatiendo esta brutal práctica, trabajando en proyectos con organizaciones sociales de Kenia y Tanzania y también sensibilizando a la población española sobre esta realidad. Entre la etnia masai, la incidencia de la MGF se eleva al 70% de las mujeres de entre 15 y 49 años de edad. Aunque está comenzando a practicarse en edades cada vez más tempranas, también son cada vez más niñas las que se niegan a ser sometidas a esta brutalidad, o a que nadie decida con quién deben casarse.
LAS PULSERAS
Uno de sus proyectos es “Pulseras Masai contra la Mutilación Genital Femenina”. Pulseras realizadas por mujeres masai artesanas de Kenia y Tanzania bajo un modelo de producción que supervisan las ONG locales Tasaru Ntomonok ("rescate de la mujer") en Kenia y NAFGEM ("Network Against Female Genital Mutilation") en Tanzania.
Están hechas a mano, de forma cuidada y artesanal por mujeres en situación de vulnerabilidad social. Muchas de ellas trabajaban anteriormente como mutiladoras. Al abandonar esta profesión, se trata de evitar que cientos de niñas sean mutiladas.
Constituyen un regalo solidario original y único. Con vivos y alegres colores, son un ejemplo de los adornos tradicionales masai que hoy en día siguen conservando.
LAS MUJERES PRODUCTORAS
Son mujeres mayores de edad que se encuentren en situación de pobreza o falta de alternativas de vida. Hay mujeres que en el pasado han podido practicar la MGF como modo de vida y quieren abandonarlo definitivamente. Por eso, para formar parte de este proyecto es una condición indispensable que adquieran el compromiso de oponerse a la MGF.
Gracias al trabajo de las organizaciones locales que coordinan el proyecto, las mujeres reciben formación tanto para la producción de las pulseras como sobre derechos humanos e igualdad de género.
Mundo Cooperante entrega a las mujeres el material necesario para la realización de las pulseras, y cada mujer trabaja en su casa, entregando el pedido a los socios locales de acuerdo a los plazos establecidos.
Aunque cada pulsera en diferente y única, tienen una identidad común: incluyen un símbolo que representa la lucha contra la MGF: una X que simboliza a la mujer, encerrada en un rombo, ya que no es libre, y que ve cómo sus derechos están amenazados por la cuchilla de la mutilación.
LOS BENEFICIOS DEL PROYECTO
Las mujeres vinculadas al proyecto obtienen una fuente de ingresos real y sostenida para ellas y sus familias, rompiendo así con la indefensión que provoca la falta de independencia económica.
Las organizaciones locales que coordinan el proyecto reciben una contraprestación por esta labor y contribuyen a que tengamos recursos para seguir trabajando conjuntamente en otras iniciativas.
Mundo Cooperante genera recursos con los que poder realizar su labor en proyectos de cooperación internacional, muy especialmente aquellos que tienen que ver con la lucha contra la MGF y los matrimonios tempranos y forzosos.
(Si quieres conseguir una pulsera, entra aquí)
(Fuente: Mundo Cooperante)
