Neymar Jr. y Leo Messi ya no visten los mismos colores desde esta temporada. Ambos futbolistas configuraban una delantera de ensueño, que será recordada para siempre en la historia del fútbol, y aunque presenten diferencias en cuanto a su estilo de juego y en la manera de interpretar el deporte, encontramos similitudes destacables. Cabe señalar que se trata de dos futbolistas nacidos para compartir; uno es argentino y el otro brasileño y ambos hicieron un esfuerzo para encontraron nexos que configuraron una amistad solida y un tridente espectacular (la conocida como "MSN") con la ayuda inestimable del uruguayo Luis Suárez. Un planteamiento y una predisposición que recuerda y evoca el espíritu olímpico que tantas veces nos ha emocionado.
Es precisamente en este punto donde debemos pararnos y realizar una visión retrospectiva. Los dos jugadores han conseguido llenar sus vitrinas con un número de títulos casi infinito, tanto a escala nacional como internacional, consiguiendo también todo tipo de reconocimientos individuales. Pero existe un triunfo que mucha gente obvia y evita a la hora de realizar comparativas, y es el hecho de que ambos consiguieron establecer una marca en su carrera deportiva que es soñada por cualquier deportista profesional: conseguir una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos. Los dos jugadores lo lograron en contextos altamente diferenciados, y en un estado de madurez futbolística muy heterogénea entre sí, pero es un hecho que hay que destacar y recordar. Más aún cuando tenemos en cuenta que los dos jugadores copan casi todas las portadas de la información deportiva.
Neymar Jr. por su traspaso histórico y su posterior aclimatación al fútbol francés y a sus nuevos colores parisinos, y Messi por su implicación y su crecimiento con la camiseta blaugrana. El Barça, liderado por el astro argentino, ha mostrado un inicio de temporada muy solido, manteniéndose imbatido al inicio del campeonato. Son muchas las muestras de la fortaleza del club; por ejemplo, la casa de apuestas BetStars confía mucho en el conjunto catalán y lo coloca como favorito en su siguiente enfrentamiento ante el Atlético de Madrid, un rival nada desdeñable.
Adentrándonos ya de lleno en el desarrollo olímpico de los jugadores, vemos cómo Messi logró el triunfo en los Juegos de Pekín, consiguiendo la segunda medalla de oro consecutiva en el fútbol argentino. En las semifinales se encontraron con Brasil, y la superaron por 3 goles a 0. Argentina se enfrentó con Nigeria en el partido final, y se hizo con la victoria por 1 a 0. Messi tuvo una importancia capital en el único tanto del partido, ya que surgió de sus botas; una jugada marca de la casa y una asistencia a Di María que sirvió para alzarse con la victoria final. Mascherano, compañero suyo en el Barça, es uno de los jugadores más agradecidos por este suceso ya que gracias a él se convertía en el primer futbolista albiceleste de la historia en conseguir dos medallas de oro.
El caso de Neymar es bien diferente, la competición se disputó en su país natal el año pasado y los brasileños tenían una espina clavada después del Mundial que tuvo lugar en el año 2014. La selección de fútbol de Alemania barrió a Brasil del mapa, endosándole un contundente 1-7, hecho que dejó una huella muy fuerte en un país que se desvive por el fútbol. Neymar decidió que había que cambiar esta situación, devolviendo la estima recibida de un país que en todo momento creyó en su combinado nacional. Los Juegos Olímpicos eran un evento perfecto para pasar página y así lo fue finalmente. El fútbol siempre ofrece nuevas posibilidades de resarcirte de tus errores pasados, y como una casualidad del destino, la final se disputó contra Alemania en Maracaná. El partido finalizó con empate a uno, y Neymar fue el encargado de tirar el último penalti, convirtiéndolo y proclamando a la selección como campeona.
Neymar y Messi fueron piezas trascendentales en el tablero de ajedrez olímpico y es un hecho que habría que recordar cuando la historia juzgue a estos dos animales competitivos que lo han ganado todo y lo tienen todo por ganar.