España llegó muy tarde al fútbol de selecciones. El primer partido internacional fue el Escocia-Inglaterra jugado el 30 de noviembre de 1872 y casi todas las naciones europeas disputaron sus primeros partidos a finales del siglo XIX o inicios del XX: Gales (1876), Irlanda (1882), Austria (1902), Hungría (1902), Bohemia (1903), Bélgica (1904), Francia (1904), Suiza (1905), Países Bajos (1905), Dinamarca (1906), Alemania (1908), Noruega (1908), Suecia (1908), Italia (1910), Luxemburgo (1911), Finlandia (1911), Rusia (1912)… Tras los JJOO de Estocolmo 1912, España (junto a Portugal y a varios países de los Balcanes) era casi una vergonzosa excepción, al no haber sido capaz de crear una selección nacional de fútbol.
Algún intento se había producido. Así, en 1905 se creó el primer comité olímpico español, el llamado Comité Español para los Juegos Olímpicos. Una iniciativa apoyada desde Grecia para que España acudiera a los Juegos Olímpicos Intercalados de Atenas 1906, con el marqués de Cabriñana como presidente y Carlos Padrós como responsable de los “deportes atléticos y el fútbol”. Se llegó a especular en prensa (Heraldo de Madrid, 28/03/1906) con enviar a Atenas al Athletic Club o al Madrid FC como “selección española de fútbol”. Finalmente, ningún deportista español viajó a esos JJOO de Atenas 1906 y el marqués de Cabriñana, tras enviar una carta de disculpa a los griegos, se vio obligado a devolver la subvención que había recibido desde Atenas (Arrechea, 2013, 2018).
Pero Carlos Padrós (empresario y gestor deportivo de trayectoria bien conocida, por haber sido presidente del Madrid FC), no se rindió. En los años sucesivos protagonizó diversas iniciativas para controlar el fútbol y el deporte español.
El 21 de enero de 1907 enviaba una carta a Narciso Masferrer, director de El Mundo Deportivo, en la que hablaba de la proximidad de los Juegos Olímpicos de Londres 1908 y la necesidad de que España empezara a prepararse para dicha cita.
Además, explicaba que tenía planes para crear una selección nacional de fútbol y una Federación Española de Clubs de Foot-Ball. De hecho, anunciaba que había invitado a Madrid a la selección de Gibraltar, para que se creara el “team nacional español” y disputaran un partido amistoso.
Finalmente, ese España-Gibraltar a jugar en Madrid en 1907, nunca se disputó.
Pasaban los años y seguía sin crearse una selección española de fútbol (Arrechea, 2013, 2018).
Las posteriores escisiones y crisis tras la creación de la Federación Española de Clubs de Football (1909), supondrían nuevos problemas para lograr que el fútbol español contara con reconocimiento internacional y se creara una selección nacional.
EL PARTIDO
El 25 de mayo de 1913 se jugó en el Campo de Amute, en Fuenterrabía (Guipúzcoa), un partido de fútbol entre una selección española (organizada por una de la federaciones españolas de fútbol, la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball) y una selección francesa (organizada por la Ligue de Football Association, federación francesa de clubes de fútbol presidida por Jules Rimet). Jugaron dicho encuentro:
ESPAÑA: Eizaguirre (Real Sociedad); Arrate (Real Sociedad), Bello (Irún Sporting); Figueroa (Irún Sporting), Echeverría (Real Sociedad), Pombo (Real Club Coruña); Angoso (Irún Sporting), Prada (Auténtico de Pontevedra), Arzuaga (Club Deportivo Bilbao), M. Elósegui (Real Sociedad), Minondo (Real Sociedad).
FRANCIA: Chayriguès (Red Star); Massip (Red Star), Gamblin (Red Star); Lhermitte (Cercle Athlétique de París), Barreau (F.E.C. Levallois), Pellan (C.S. Athlétiques); Niggli (U.S. Suisse), Turcan (Red Star), Devic (Cercle Athlétique de París), Fenouillière (Red Star), Denis (Cercle Athlétique de Vitry)[1].
Para conocer las vicisitudes del encuentro, nos acercamos al mismo de mano de Félix Martialay. Decía el historiador del fútbol español, en su obra de referencia Amberes. Allí nació la Furia Española (2000):
“El encuentro se jugó el 25 de mayo de ese 1913. Arbitró el señor Berraondo, directivo de la Unión Española de Clubs y quien había llevado las gestiones de la contratación del equipo francés…
El señor Berraondo, además de arbitrar el encuentro, fue el seleccionador del equipo de la Unión Española de Clubs. Como todos los seleccionadores, recibió no pocas críticas por el equipo formado. El centro de tales censuras provenía por no haber contado con Massana y Amechazurra, ambos barcelonistas. Injustas críticas, porque la culpa no había sido del señor Berraondo, sino de la Federación Catalana, la oficial, que se negó a que figurara ningún componente del Barcelona, club que, como se sabe, formaba parte de la Football Associació Català. No obstante, el Barcelona puso a disposición de la Federación Catalana a los dos jugadores. Ni el club recibió respuesta a su ofrecimiento, ni los jugadores fueron llamados.
Los capitanes de los equipos eran, respectivamente, Barreau y Arzuaga. La gran figura que había atraído al público era el portero francés Chayrigués. Al final del encuentro, había no menor admiración por el joven Agustín Eizaguirre, de 17 años.
El primer tiempo terminó con empate a cero. Las dos delanteras jugaron muy bien, pero fueron superadas por las defensas, anulando cuantos intentos se hicieron por perforar las metas contrarias. Y los pocos disparos que iban hacia la red se encontraban con dos magníficos guardametas. Los mejores de esos primeros 45 minutos.
Eizaguirre y Arrate en un lance del partido.
La segunda parte fue de una emoción tremenda. Ambos equipos iban a por la victoria con un ardor que quizá hubiera asustado a los profesionales de veinte años después. Se jugaba con nobleza, pero una nobleza que no economizaba una fuerza total. Prácticamente saltaban chispas en cada encontronazo.
En el minuto 75, Lepage[2] recibió el balón a cuatro metros de la puerta. Cruzó el balón al otro poste e hizo estéril el plongeon de Eizaguirre. El balón llevaba mucho efecto y aun cuando Eizaguirre lo detuvo, no pudo evitar que se le colara en la red. El gol llegó cuando mejor estaban jugando los españoles.
Un gol que los desmoralizó. El dominio pasó a ser francés. Todo daba la razón a quienes habían cantado que los franceses eran los poseedores de la mejor técnica futbolística de Europa.
Pero cuando faltaban cinco minutos para el final algo pareció suceder en el equipo español. Un especie de súbita fiebre. Un ímpetu soterrado. Como un escalofrío. Como si, de repente, tuvieran la inyección de un motor suplementario. Y todos se echaron hacia adelante con rabia.
El balón iba a trompicones, pero iba. Los franceses se replegaron como asustados. Parecían no explicarse cómo ese equipo mansamente entregado a su gol, replegado conformista y medrosamente, se había transformado en una especie de fiera colérica que les atacaba sin tregua y con una potencia tremenda.
Internada de Angoso por la izquierda. Entra en el área gala. Parece que va a chutar. Chayrigués se sitúa, en un salto, junto a su poste derecho intuyendo hacia allí el tiro del irundarra. Pero Angoso amaga el disparo y cede a Arzuaga que corría a su derecha. El tiro del bilbaíno empalmando el balón según le llegaba, llevó el balón al poste contrario. ¡El empate! ¡Uno a uno! Enorme entusiasmo en el público irunés, que recibió con inusitado júbilo y aplausos el gol español.
Pero ya no quedaba tiempo para más… Pese al torrente de balones que caía sobre Chayrigués y que volvía a darle patente de portero excepcional.
El señor Berraondo señaló el final del partido cuando los españoles atacaban desesperadamente la puerta visitante.
El equipo español jugó bien y a ratos muy bien. La figura fue Eizaguirre, que admiró a todos con sus extraordinarias paradas. En gran medida gracias a una línea de zagueros sensacional. Arrate no dejó moverse al ala izquierda francesa. Pero no fue nada sobresaliente la actuación de la línea media y de aquí las dificultades de la defensa hispana y la inoperancia de la delantera. La tripleta central falló lo indecible. Sin embargo, los extremos hicieran filigranas y enviaron balones como para que la victoria española hubiera sido clara y quizá abultada. Pero… Eizaguirre, Arrate, Angoso y Minondo fueron los mejores. De los franceses, Chayrigués; hizo un paradón asombroso a un tiro fuerte, raso y colocado de Minondo.
El resultado se consideró como un éxito. Pero tuvo unas consecuencias inesperadas para los unionistas.”
Efectivamente, el 25 de mayo de 1913 se jugó en Amute un partido amistoso de fútbol España-Francia organizado por la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball (RUECF), federación disidente de la Federación Española de Clubs de Foot-ball (FECF).
Como afirmó Víctor Martínez Patón (2014) sobre la RUECF:
“Fundada en San Sebastián el día 12-12-1912, tal y como se lee en las páginas de Vida Sportiva se hizo contra la inoperancia de la FECF; por ejemplo, se decía, España seguía sin haber jugado ningún partido internacional. Sus principales valedores fueron los directivos de la Real Sociedad y el propio presidente del Barcelona, Hans Gamper, quien a su vez lo había sido también de la FECF. Presidida por Enrique Pardiñas Barreiro, en efecto desde su fundación pretendió mostrar sus diferencias con la FECF. Entre otras y desde luego, la principal fue la organización del primero partido internacional de España, disputado contra Francia el 25-5-1913…
…la Unión de Clubs fue la primera federación española en obtener el título de Real, el 15-2-1913. Curiosamente también esto se lo negaron contumazmente algunos.
La UECF fue la primera federación pues en organizar un partido internacional y en ser nombrada Real. Eso muestra la fuerza que adquirió rápidamente, como también cabe inducir del hecho de que la FECF aceptara disolverse para fundar la RFEF.”
En efecto, la RUECF era una escisión liderada por el FC Barcelona y clubes guipuzcoanos (a la que se sumaron algunos equipos de Galicia, Vizcaya, Navarra o Valencia) de la FECF. No era la primera división federativa, aunque sí fue la última. En parte, gracias al partido que nos ocupa. Su resonancia internacional llevó a presiones de la FIFA y de la Casa Real para que las dos federaciones firmaran la paz y crearan una única y definitiva Real Federación Española de Fútbol en septiembre de 1913.
Sobre el partido en sí, respetando el relato inmejorable de Martialay, añadir algún detalle que avala, en nuestra opinión, la seriedad y oficialidad el mismo.
Gracias a las exhaustivas crónicas publicadas por “Corner” en Vida Sportiva el 1/06/1913, L. Arbizu en El Pueblo Vasco el 26/05/1913 y en El Mundo Deportivo el 29/05/1913, y “P. Akyko” en La Rioja el 28/05/1913, sabemos que el estadio de Amute (en el que ondeaban las banderas española y francesa) estaba lleno y que se habían desplazado hasta allí aficionados de todo el norte peninsular, así como numerosos franceses. La delegación francesa estaba presidida por Jules Rimet (L´Auto, 23/05/1913).
Asimismo, conocemos el buen estado del césped (“piso de hierba muy fina, completamente nivelado”) y el alto nivel de la selección francesa (“el equipo francés es el mismo que ha jugado con la selección inglesa hace un mes, y en él figuran los mejores jugadores de la vecina república”).
España vestía de blanco con el escudo nacional, y Francia de azul. El partido, arbitrado por el seleccionador español Berraondo (con Eugenio Angoso y José Arzac como jueces de línea), empezó a las 16:30 de la tarde de aquel 25 de mayo de 1913, tras una presentación formal de los jugadores “y una prolongada salva de aplausos”.
Reiteramos que la alineación francesa publicada por Martialay (2000) y por otros autores, era la anunciada (por ejemplo, en L´Auto el 23/05/1913). Pero, al parecer (siempre según la mayoría de los testigos presenciales), hubo cambios de última hora: Denis, Devic y Turcan substituyeron a Petel, Gravier y Lépage. Vida Sportiva y La Voz de Guipúzcoa mantuvieron como alineación gala la anunciada por los franceses antes de viajar. L´Auto, el 26/05/1913, ofreció una escueta reseña del partido sin dar las alineaciones completas, aunque mencionando a Lépage.
LOS PROTAGONISTAS
Ya hemos comentado que el seleccionador español (primer seleccionador, así debería ser recordado, aunque con posterioridad lo fuera en otras etapas) y árbitro del encuentro, fue Berraondo.
Los datos biográficos divulgados sobre él nos indicaban que se llamaba José Ángel Berraondo Insausti, que había nacido en San Sebastián (Guipúzcoa) el 4 de noviembre de 1878 y que había fallecido en Zaragoza el 11 de abril de 1950.
Nuestras consultas en el Archivo Histórico Diocesano de San Sebastián nos dicen que su nombre real y completo era Ángel José Francisco Berraondo Ynsausti, y que fue bautizado el 4 de marzo de 1878 en la Basílica de Santa María del Coro de la capital guipuzcoana, por lo que podemos descartar por incorrecta la fecha de nacimiento tradicionalmente aceptada, así como el orden de sus nombres de pila y la ortografía de su apellido materno.
Berraondo se había iniciado en el fútbol en Inglaterra y fue jugador del Madrid FC, del San Sebastián FC y de la Real Sociedad, como entrenador dirigió a la Real Sociedad y al Real Madrid, además de haber sido el seleccionador nacional en cuatro etapas (1913, 1920, 1921 y 1927-1928). Asimismo, fue directivo del Madrid FC, de la Real Sociedad y de las diferentes federaciones, árbitro y periodista deportivo.
Sobre la composición del equipo, hemos visto como los jugadores del FC Barcelona Manuel Amechazurra y Alfredo Massana, habían sido inicialmente convocados, pero no acudieron. Fueron substituidos por Bello y Estomba, del Irún Sporting.
Estomba finalmente no pudo jugar, ocupando su plaza en el centro del campo Echeverría (o “Casanova”, según varios medios, como El Mundo Deportivo o El Pueblo Vasco). Aclararemos este punto más adelante. Algún medio (Vida Sportiva) también apuntó a Eugenio Rezola (Club Deportivo Bilbao) como delantero, en una posición que finalmente ocupó Manuel Elósegui (Real Sociedad).
Ausentes los convocados barceloneses, quedaba la base del equipo en los dos potentes clubes guipuzcoanos de la RUECF (Real Sociedad e Irún Sporting), con el refuerzo del veterano Arzuaga (del Club Deportivo Bilbao) y los considerados dos mejores jugadores gallegos (Pombo y Prada), que se desplazaron exprofeso hasta Guipúzcoa para el partido.
Estos fueron los once primeros internacionales españoles, con los datos biográficos y deportivos que, de los mismos, hemos obtenido:
– José Agustín Eizaguirre Ostolaza. Portero. Real Sociedad de San Sebastián.
Nacido en Zarauz (Guipúzcoa) el 20 de febrero de 1896.
Fallecido en San Sebastián (Guipúzcoa) el 28 de noviembre de 1961.
Se formó en varios modestos equipos guipuzcoanos (Cantábrico, Athletic, Amaikak-Bat) antes de llegar a la Real Sociedad en 1912 (El Pueblo Vasco, 14/08/1913).
Considerado una de las primeras estrellas del fútbol español y el primer gran guardameta. Suplente de Ricardo Zamora en Amberes 1920, abandonó el equipo olímpico regresando a casa, lo que le privó de la medalla de plata obtenida por España.
Padre del también guardameta internacional Ignacio Eizaguirre Arregui.
– José Mariano Arrate Esnaola. Defensa. Real Sociedad de San Sebastián.
Nacido en San Sebastián (Guipúzcoa) el 12 de agosto de 1892.
Fallecido en San Sebastián (Guipúzcoa) el 24 de diciembre de 1963.
Tras jugar en varios modestos equipos donostiarras (Luchana, Athletic), llegó a la Real Sociedad en 1911. Compaginó toda su carrera deportiva con su trabajo como gruista.
El único jugador (con la excepción matizada de Eizaguirre) que estuvo en el partido de 1913 y en los JJOO de Amberes 1920. En la Ceremonia Inaugural de los Juegos Olímpicos portó el cartel de “España”.
- Saturnino Bello Pérez. Defensa. Irún Sporting.
Nacido en Pasajes (Guipúzcoa) el 30 de noviembre de 1889.
Entró en el equipo a última hora por la ausencia del azulgrana Manuel Amechazurra.
Futbolista ligado a Irún toda su carrera, tras finalizar la misma trabajó como conserje en el Stadium Gal.
- Enrique Figueroa Echeveste. Centrocampista. Irún Sporting.
Nacido en Irún (Guipúzcoa) el 7 de febrero de 1890.
Medio de calidad, ligado toda su carrera con los clubes de su ciudad natal, emparentado con los Estomba, también futbolistas.
- Bonifacio Echeverría Esponda Centrocampista. Real Sociedad de San Sebastián.
Nacido en Ayacucho, Buenos Aires (Argentina) el 4 de octubre de 1886, de padre vasco español (de San Sebastián, Guipúzcoa) y madre vasca francesa (de San Juan Pie de Puerto, Baja Navarra).
Entró en el equipo como solución de emergencia, tras la ausencia de Massana y la posterior lesión del suplente de éste, Estomba.
“Casanova” según varios medios (El Mundo Deportivo 29/05/1913). Jugaba muchos partidos con nombres falsos porque su familia no le dejaba ser futbolista. El alias “Casanova” era una traducción libre de su apellido (Etxeberria significa “La nueva casa” en euskera).
Llegó a España en 1903, primero a Barcelona y posteriormente a San Sebastián. Fue fundador del San Sebastián FC y también jugó con el San Sebastián Recreation Club.
Más tarde se trasladó a Burdeos (Francia), para estudiar, y jugó con el Stade Bordelais.
Tras regresar a San Sebastián jugó con el Club Ciclista en la Copa del Rey de 1909 (ganándola) y, posteriormente, en la Real Sociedad (El Pueblo Vasco, 26/11/1913).
Es difícil precisar cuál era su nacionalidad en 1913 (argentina, española y/o francesa).
- José Pérez Pombo. Centrocampista. Real Club Coruña.
Nacido en 1892 en La Coruña.
Fallecido el 20 de enero de 1924 en La Coruña.
Medio de gran calidad, considerado una de las primeras estrellas del fútbol gallego, destacando tanto con el María Pita como con el Real Club Coruña.
Su hermano Luis y su cuñado Carpio también fueron futbolistas. Su hermana Araceli fue una destacada tenista y pionera española del bobsleigh (Ventureira & Rodríguez Cudeiro, 2020).
José, asimismo, fue atleta, árbitro (muy polémico) y autor de un libro sobre fútbol (Compendio del reglamento de foot-ball).
– José Florentino Angoso Rojas. Delantero. Irún Sporting.
Nacido en Irún (Guipúzcoa) el 14 de marzo de 1895.
Fallecido en Fuenterrabía (Guipúzcoa) el 30 de septiembre de 1928.
Formado como futbolista en Bilbao, donde estudió, se incorporó al Irún Sporting en 1910.
Asimismo, jugó en el “La Vie au Grand Air du Medoc”, en Burdeos.
Estaba considerado uno de los mejores extremos derechos de su época y también practicó tenis a buen nivel (El Pueblo Vasco, 17/12/1913).
Su hermano Eugenio fue uno de los jueces de línea del partido.
- Cipriano Prada Arnedo. Delantero. Auténtico de Pontevedra S. C.
Nacido en Haro (La Rioja) el 26 de septiembre de 1887.
Sus padres eran, respectivamente, de San Vicente de la Sonsierra (La Rioja) y de Samaniego (Álava). Cipriano residió de niño en Haro (La Rioja) y en Bilbao (Vizcaya). Todo ello antes de instalarse en Pontevedra, capital en la que la familia Prada regentaría el Hotel Méndez Núñez, en la plaza de San José.
Gran estrella del fútbol de Pontevedra a inicios del siglo XX, su prestigio como futbolista le llevó (junto a su compañero Edmundo Novoa) a reforzar al Madrid FC en la Copa de 1908.
Además del España-Francia de 1913, también jugó con la selección del norte de España en 1909 en Toulouse contra una selección del sur de Francia.
Tras retirarse como futbolista, fue un destacado árbitro.
- Juan Sandalio Arzuaga Anitua. Delantero y capitán. Club Deportivo Bilbao.
Nacido en Bilbao (Vizcaya) el 3 de septiembre de 1880.
Fallecido en Logroño (La Rioja) el 26 de agosto de 1951.
De niño estudió en Inglaterra y destacó en rugby, especializándose en fútbol cuando se trasladó a Mittweida para estudiar Ingeniería Eléctrica en 1902 (El Nervión, 21/10/1909), aunque justo antes de viajar a Alemania ya había debutado en Bilbao en dicho deporte. En sus años en Mittweida adquirió popularidad como jugador de fútbol y de rugby, así como árbitro (La Gaceta del Norte, 11/09/1924).
Fue un destacadísimo jugador del Athletic Club y del Club Deportivo Bilbao. También reforzó al Recreation Club de San Sebastián, al Madrid FC y al FC Barcelona en algunos partidos. Sería entrenador del Athletic (Arrechea & Scheinherr, 2017), presidente del Club Deportivo Bilbao y autor de un libro sobre fútbol (Técnica y práctica del Football Asociación).
Debe ser recordado como el primer capitán y goleador de la selección española de fútbol.
- Manuel Elósegui Alday. Delantero. Real Sociedad de San Sebastián.
Nacido en Logroño (La Rioja) el 2 de enero de 1895, de padres guipuzcoanos.
Fallecido en San Sebastián (Guipúzcoa) el 2 de julio de 1969.
Entró en el equipo tras varias especulaciones sobre la presencia de Rezola (Club Deportivo Bilbao).
Miembro de una destacada familia donostiarra, primo hermano (por partida doble, ya que tantos sus respectivos padres como sus madres eran hermanos) del gran atleta José Luis Elósegui Alday (campeón de España de salto con pértiga, salto de longitud, triple salto y salto de altura en numerosas ocasiones, entre 1917 y 1923).
Sin parentesco cercano con el otro Elósegui que jugaba en la Real Sociedad en la época (Saturnino Elósegui Cortadi).
- José Miguel del Tránsito Minondo Beltranena. Delantero. Real Sociedad de San Sebastián.
Nacido en la Ciudad de Guatemala el 14 de agosto de 1887.
Fallecido en la Ciudad de Guatemala el 4 de diciembre de 1978.
Su familia era de origen español y había hecho una gran fortuna en Centroamérica con el cultivo de café.
José Minondo llegó a San Sebastián en 1898 para estudiar, y según su testimonio, ya se inició en el fútbol en esa época. Con posterioridad estudió en Suiza y en Francia y jugó con el F.C. Bienne, el F.C. Floria y el F.C. Vereinigete. También practicó rugby, lucha y boxeo.
En 1910 regresó a San Sebastián y se incorporó a la Real Sociedad hasta diciembre de 1913, cuando regresó a Guatemala (El Pueblo Vasco, 12/12/1913).
En el país centroamericano siguió vinculado al deporte, de hecho, se le considera el introductor en el mismo de varias disciplinas como el tenis o el cricket, y llegó a disputar el primer partido internacional de Guatemala en fútbol el 14 de septiembre de 1921 (Guatemala 9-Honduras 0), su hermano Fernando Minondo (nacido en San Sebastián en 1901) también jugó ese encuentro y marcó tres de los tantos locales.
Probablemente, nos encontremos ante el único futbolista de la historia que ha disputado los primeros partidos internacionales de dos países (España y Guatemala).
José y Fernando no fueron los únicos futbolistas de la numerosa (eran doce hermanos) familia Minondo Beltranena. Otro hermano (Martín), que había estudiado en Mittweida (Alemania), también fue futbolista en varios equipos donostiarras (Arrechea & Scheinherr, 2017).
Al igual que con Bonifacio Echeverría, resulta osado afirmar cuál era la nacionalidad en 1913 (española y/o guatemalteca) de José Minondo. Ambos, en todo caso, son los primeros oriundos en la selección española de fútbol.
CONCLUSIONES
La historia oficial ha borrado este partido de la selección española de 1913, como si nunca hubiera existido, o como si se tratara de una suerte de pachanga, sin trascendencia ni seriedad.
No siempre fue así, en los años veinte y treinta hubo intentos de reivindicarlo, por parte de figuras destacadas del fútbol nacional.
Por ejemplo, Juan Monjardín (célebre futbolista gallego), escribía en el diario coruñés El Orzán, el 25 de junio de 1924:
“Muchos son los aficionados que se hallan en la creencia de que el primer partido oficial en que una selección española tomó parte fue el jugado en Bruselas, el 28 de agosto de 1920, entre Dinamarca y España, con ocasión de los juegos olímpicos amberinos…
… Nada más lejos de la realidad…
Amute, el entonces campo del “Racing” de Irún, ha sido el primer terreno en que jugó una selección hispana.
Recordemos…
Fue el domingo 25 de mayo de 1913. A las cuatro y media de la tarde, y arbitrando Berraondo, se alinearon los equipos representativos de la Real Unión Española de clubs de fútbol y de la Liga Francesa de Fútbol…”
Parece que fue en Galicia donde se concentró la defensa de la oficialidad del partido de 1913 durante años. El 16 de agosto de 1931, El Ideal Gallego publicaba una lista de los futbolistas internacionales gallegos que incluía a Cipriano Prada[3] y a José Pérez Pombo, por haber disputado el España-Francia de 1913:
Años después, retomó el tema Salvador Diaz Yraola (no “Iraola”, como suele escribirse), personaje de gran importancia para el fútbol guipuzcoano y nacional, como directivo y periodista. Llegó a ser seleccionador nacional (formando un triunvirato con Manuel Castro y José María Mateos) en 1922.
Escribía Diaz en As, el 28 de enero de 1935:
“Oficialmente, según el “palmarés” de los encuentros internacionales, que para gloria del fútbol español figuran en el archivo de la Federación Nacional, el próximo «match’’ contra Francia en Madrid es el sexto que galos e hispanos van a celebrar…
…Existe, sin embargo, una página más en el historial del futbol español, la que describe su primer paso al campo de las contiendas internacionales, y precisamente contra Francia, que, si bien es verdad que no figura en el libro de oro de la entidad suprema nacional, los que procedemos de la «vieja guardia” la conservamos cariñosamente entre los recuerdos,
¡ay!, de nuestros primeros amores deportivos…
Un poco de historia. Allá, por el año 1912, una disidencia entre los clubs primates originó la fundación de la Real Unión Española de Clubs de Futbol. Al frente de esta entidad figuraban la Real Sociedad de San Sebastián, el Barcelona, el Club Deportivo de Bilbao, el Irún Sporting Club, el Real Club Coruña y el Auténtico Pontevedra Sporting Club.
España no había tenido, hasta tanto, ningún género de relaciones internacionales.
Tan solo nos habían visitado algunos equipos extranjeros, y entre estos, queremos recordar los que vinieron al antiguo campo de Ondarreta a participar en el gran torneo internacional de Pascuas 1912, invitados por la Real Sociedad: los famosos checos del Sparta de Praga.
La naciente R. U. E. C. F., dirigida por un grupo de prestigiosos deportistas, los Sáez Alonso, Olave, Berraondo, Angoso, Arzuaga, Gamper, etc., demostrando su inquietud, unió a su calendario nacional el primer «match» internacional.
Y para ello concertó un encuentro con el equipo representativo de la Liga Francesa de Futbol Asociación (entidad consagrada exclusivamente al deporte del balón, la que reunía los clubs más potentes en la especialidad y en franca divisoria con la U. S. F. S. A., que a la sazón pretendía llevar la dirección de todos los deportes en Francia).
Presidente de la Liga Francesa de Futbol Asociación era monsieur Rimet, el que actualmente lo es de la Federación Francesa y de la Federación Internacional de Fútbol.
Este «match» se jugó el 25 de mayo de 1913, en el campo fronterizo de Amute, propiedad del Irún Sporting Club.”
Pasados los años, esta reivindicación del partido de 1913 fue cayendo en el olvido. El encuentro en sí, con sus alineaciones y vicisitudes, fue recuperado por historiadores como Félix Martialay, pero la batalla por su oficialidad se abandonó. Los motivos son variados:
La RUECF siempre ha tenido “mala prensa” y se le ha considerado como una federación “rebelde” que dificultó el reconocimiento internacional del fútbol español. Se han hecho esfuerzos evidentes por borrarla de la historia.
Como hemos visto fueron mucho más activos que sus rivales de la FECF, lograron formar una selección nacional y disputar un primer encuentro.
Incluso, inmediatamente después de este España-Francia de Amute, ya se estaba hablando de un España-Inglaterra a jugar en Bilbao (La Rioja, 28/05/1913), la desaparición de la RUECF abortaría esos planes para consolidar a la selección.
El encuentro de Amute y su repercusión aceleró las cosas, forzó una intervención de la FIFA y de la Casa Real y propició el nacimiento de una única federación (la RFEF). Nueva federación, por cierto, que tardaría siete años en formar otra vez una selección nacional.
Antes de septiembre de 1913 existían en España dos federaciones, ambas se disolvieron para crear una nueva. Lo que ocurre es que la nueva (RFEF), por diferentes motivos decidió identificarse erróneamente con una de las federaciones disueltas (la FECF) y reivindicar el año de fundación de ésta (1909) como propio, para celebrar el centenario en 2009 y no en 2013, como hubiera sido lógico.
No olvidemos tampoco que el caso español no era excepcional. La misma Francia también vivía una división similar, con dos federaciones que se disputaban el control del fútbol galo, la LFA se había escindido de la USFSA en 1910.
La Ligue de Football Association, presidida nada más y nada menos que por el futuro presidente de la FIFA y padre del Mundial de fútbol, Jules Rimet (presente en el partido de Amute, como hemos visto), no era una mera “liga de fútbol”, como su nombre puede inducir a pensar (y, de hecho, algunos autores han malinterpretado). La LFA era una federación de clubes de fútbol y estaba integrada desde 1912 en el Comité français interfédéral (CFI), una entidad polideportiva nacional. Era la federación que organizaba los partidos de la selección francesa de fútbol (excepto los de los Juegos Olímpicos, que seguía organizando la USFSA).
En 1913, además del partido del 25 de mayo jugado en Amute contra España, Francia jugó otros cinco partidos amistosos:
12 de enero, en Saint-Ouen: Francia 1-Italia 0.
16 de febrero, en Bruselas: Bélgica 3-Francia 0.
27 de febrero, en Colombes: Francia 1-Inglaterra 4.
9 de marzo, en Ginebra: Suiza 1- Francia 4.
20 de abril, en Saint-Ouen: Francia 8- Luxemburgo 0.
El 25 de mayo finalizaron la temporada en Amute, con el España 1- Francia 1.
La composición del equipo que se enfrentó a España era similar a la de los partidos previos de 1913, con varios de los mejores jugadores franceses del momento:
El portero Pierre Chayriguès (Red Star Amical Club) jugó los partidos contra Italia, Bélgica, Inglaterra y Luxemburgo. También el de España.
El defensa Fernand Massip (Red Star Amical Club) jugó el partido contra Inglaterra. Y el de España.
El defensa Lucien Gamblin (Red Star Amical Club) jugó los partidos contra Inglaterra y Luxemburgo, así como el de España.
El medio Gaston Barreau (FEC Levallois) jugó todos los partidos de 1913 (contra Italia, Bélgica, Inglaterra, Suiza, Luxemburgo…y contra España).
Los medios Lhermitte (C.A. de París) y Pellan (C.S. Athlétiques), y los delanteros Niggli (U. S. Suisse), Fenouillière (Red Star Amical Club), Turcan (Red Star), Devic (Cercle Athlétique de París) y Denis (Cercle Athlétique de Vitry) sólo jugaron con la selección francesa en 1913 el partido contra España, pero Victor Denis, Émilien Devic y René Fenouillère ya habían sido internacionales con anterioridad.
René Fenouillère (que, desgraciadamente, caería en la Primera Guerra Mundial) era un viejo conocido de la afición española, ya que había jugado en el Español de Barcelona y en el FC Barcelona, también había sido olímpico en Londres 1908.
Hemos visto, con anterioridad, algunos de los motivos por los que este España-Francia no fue reconocido como “oficial”. El rival fue presentado como “el equipo de la Liga de Fútbol Asociación de Francia”.
Además, la federación responsable (la RUECF) desapareció, y cayó sobre ella cierta tendencia al descrédito y el olvido. Asimismo, España no volvió a jugar hasta 1920, ya bajo el control de la nueva RFEF, para la que era mejor considerar como inicio de la historia de la selección española el debut en Amberes, que retrotraerse siete años antes y atribuir el mérito a otra federación, ya finada.
¿Pero por qué Francia no ha incluido este partido en su palmarés? Los motivos son diversos. Por una parte, no existía reciprocidad. ¿Por qué incluir en el listado de partidos de la selección francesa un partido que el rival (España), no consideraba “oficial”? Además, en los años anteriores a este partido, se habían disputado varios encuentros entre combinados franceses y selecciones regionales españolas:
En 1909, un Sur de Francia-Norte de España.
En 1912, un Francia-Cataluña, un Selección Vasca-Francia y un nuevo Cataluña-Francia.
El hecho de que la selección española de 1913 fuera, de facto, una selección del Norte de España (con nueve jugadores de equipos vascos y dos de equipos gallegos), pudo contribuir a una cierta confusión, y a que los galos consideraran a esta “selección de la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball” como a un combinado regional español, similar a los de 1909 o 1912.
De todas formas, también podemos encontrar en Francia defensores de la oficialidad del encuentro. Uno de ellos fue, nada más y nada menos que Pierre Chayriguès, portero y estrella del equipo Bleu.
En 1927 Chayriguès publicó sus memorias deportivas en Match, y recordaba así el partido de 1913 contra España (Match, 18/10/1927):
“Nuestro siguiente viaje nos llevó en una dirección completamente diferente. Veníamos de la Suiza alemana, de un clima septentrional, y fuimos, menos de un mes después, al País Vasco, en Guipúzcoa, en Irún, para enfrentarnos a los representantes de la Real Unión Española, es decir al equipo de España, ni más ni menos. El fútbol no había logrado aún el progreso en la Península Ibérica que logró después. Técnicamente -esta afirmación les parecerá muy atrevida- nuestros adversarios nos eran inferiores. Ellos tenían para dar y vender, sin embargo, coraje, ardor, determinación. Y a pesar de la clase de la mayoría de nuestros jugadores, los Massip, Barreau, Gamblin, Niggli, Lhermitte, el resultado fue de empate.”
En nuestra opinión, no existen motivos objetivos para seguir excluyendo a este España 1-Francia 1, jugado el 25 de mayo de 1913, de los listados de partidos de las selecciones nacionales de España y de Francia.
Para los franceses sería un tema menor, pues su trayectoria se había iniciado en 1904.
Para España supondría adelantar siete años el debut, y sobre todo una rehabilitación para la RUECF, para sus dirigentes y, especialmente, para los once jugadores que defendieron en Amute los colores de “La Roja”.
Perdón, de “La Blanca”.
AGRADECIMIENTOS: Lartaun de Azumendi, Rubén Ventureira, Leoncio Feijoo, Chester Urbina, Víctor Martínez Patón, Arquivo Municipal de Pontevedra, Ayuntamiento de Haro (La Rioja).
FUENTES
Arrechea, F. (2013). Primeros intentos de crear una selección española de fútbol (1905-1907). Cuadernos de Fútbol, 42.
Arrechea, F. (2018). España y los Juegos Olímpicos. Madrid: CIHEFE.
Arrechea, F. & Scheinherr, E. (2017). Mittweida (Alemania), capital del fútbol español. Cuadernos de Fútbol, 92.
Feijoo Lamas, L. (2017). Albores del fútbol pontevedrés. Pontevedra: edición del autor.
Martialay, F. (2000). Amberes. Allí nació la Furia Española. Madrid: RFEF.
Martínez Patón, V. (2014). Las siete federaciones españolas de fútbol (IV). Cuadernos de Fútbol, 51.
Ventureira, R. & Rodríguez Cudeiro, J. L. (2020). Irene y las puertas del fútbol. Historia de una pionera. A Coruña: Vía Láctea.
[1] La alineación de Francia publicada por Félix Martialay (2000) y por otros autores, era la anunciada por la prensa francesa (por ejemplo, en L´Auto el 23/05/1913, en Le Journal el 24/05/1913 o en Le Petit Journal el 25/05/1913), con Petel, Gravier y Lépage en la delantera. Pero hubo cambios de última hora (según la mayoría de los cronistas presentes en Amute): Denis, Devic y Turcan substituyeron a Petel, Gravier y Lépage. Vida Sportiva y La Voz de Guipúzcoa mantuvieron como alineación francesa la anunciada por L´Auto. El mismo L´Auto, el 26/05/1913, publicó una muy breve reseña del encuentro sin dar alineaciones completas (aunque mencionando a Lépage).
[2] Según la mayoría de las fuentes consultadas (El Mundo Deportivo, El Pueblo Vasco, La Rioja, La Gaceta del Norte…), Lépage finalmente no jugó y su puesto lo ocupó Denis. Las crónicas consideran el gol francés un tanto en propia meta de Eizaguirre, deslumbrado por el sol. Vida Sportiva y La Voz de Guipúzcoa difieren y mantienen a Lépage en la alineación, atribuyéndole el gol galo. También L´Auto, en su breve reseña del 26/05/1913, menciona a Lépage.
[3] Hemos podido aportar en nuestra investigación que Cipriano Prada era riojano de nacimiento y gallego de adopción.
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