El tunecino Ahmed Hafnaoui protagonizó la primera gran sorpresa en en el Centro Acuático de Tokio tras proclamarse campeón olímpico de los 400 libre, con un tiempo de 3:43.36, por delante del australiano Jack McLoughlin, plata, y del estadounidense Kieran Smith,bronce. Una vez conseguido el triunfo su alegría fue incontrolable y sus gritos y golpes en el agua inundaron el pabellón.
Hafnaoui, se clasificó parala final con la peor marca de todos los participantes. Demostró desde el principio que ni su tiempo de registro, ni la calle ocho desde la que partió le iba a impedir plantar cara a los favoritos.
Tal y como ya demostró a la conclusión de los primeros cien metros, que el tunecino, pasó en tercera posición solo por detrás del australiano Elijah Winnington y el estadounidense Kieran Smith.
Pero lo que parecía ser una mera anécdota fruto del ímpetu del joven nadador norteafricano, que cumplirá 19 años el próximo mes de diciembre, no tardó en convertirse en una auténtica amenaza para los máximos favoritos.
Si mediada la prueba Ahmed Hafnaoui apenas cedía 20 centésimas con el líder de la prueba, el australiano Jack McLoughlin, tras completarse los siguientes cien metros el tunecino tan sólo había cedido once centésimas más.
Hafnaoui en un espectacular último largo logró finalmente adelantar al australiano McLoughlin y coronarse nuevo campeón olímpico con un tiempo de 3:43.36, apenas 16 centésimas que el nadador oceánico, que debió conformarse con la plata con un crono de 3:43.52.
Completó el podio el estadounidense Kieran Smith, que obtuvo la medalla de bronce con una marca de 3:43.94, tras una dura pugna final con el alemán Henning Muhlleitner, cuarto, y el austríaco Feliz Auboeck, quinto.
"No me lo creo, es increíble. Hoy me sentí mejor en el agua que ayer (en las clasificaciones). ¡Soy campeón olímpico!", afirmó."Simplemente metí la cabeza en el agua y ya está. Es increíble, un sueño hecho realidad", añadió.
