El juicio contra Larry Nassar concluyó con una sentencia de 40 a 175 años de cárcel para el pederasta que, aprovechando su condición de médico, abusó durante dos décadas de casi 160 menores y jóvenes mujeres.
Además de las víctimas, la jueza Rosemarie Aquilina se ha convertido en la inesperada estrella del mediático caso, seguido día a día por el mundo entero.
Desde su decisión de dar voz a cada una de las 156 víctimas hasta sus palabras en la última sesión, cuando se conoció la sentencia, dedicadas a Nassar, la magistrada quiso que el mundo supiera que las víctimas del abuso sexual también son niñas de Michigan, no solo actrices de Hollywood, propulsoras del #MeToo.
De 59 años, hija de padre maltés y madre alemana, llegó a Estados Unidos cuando era bebé. Fue madre mientras estudiaba Derecho y posteriormente se alistó en el Ejército. Así se convirtió en la primera Jueza Abogada General en la Guardia Nacional del Ejército en Michigan. Actualmente es jueza del circuito del condado de Ingham y, además, es profesora de Derecho.
Como dato curioso, le gusta es escribir novelas negras. Es autora de una que lleva el título Triple Cross Killer (El asesino de la triple cruz) y tiene planeado publicar un libro muy pronto. En el pasado también tuvo un programa de radio que se llamaba Pregúntele al abogado de familia.
Su empatía con las víctimas era absoluta. Al final de cada declaración de una víctima mostraba su admiración. En todo momento se mostró firme y no ocultó su opinión sobre Nassar. Le hizo escuchar los crudos relatos de Aly Raisman, Alexis Moore, McKayla Maroney, Gaby Douglas... Se aseguró que cada palabra de víctimas y familiares fuera escuchada por el doctor.
Algunas de las frases más contundentes de Aquilina, de 59 años, a Nassar han sido éstas:
«Estoy firmando tu sentencia de muerte. No has hecho nada para que merezcas andar libre jamás. Yo no te dejaría solo ni con mis perros»
«Es un honor y un privilegio sentenciarle, porque no merece salir de la cárcel nunca jamás»
"Pasar cuatro o cinco días escuchándolas es algo significativamente menor considerando que nada es tan duro como lo que soportaron sus víctimas durante cientos de horas"
La jueza acompañó a las mujeres con consejos y palabras de aliento, mientras que el ex médico se encontraba a su izquierda cabizbajo. A las víctimas en su conjunto les dijo:
"Ustedes no son víctimas, son hermanas sobrevivientes guerreras"
Dirigiéndose a una de ellas afirmó:
«El monstruo que se aprovechó de ti se va a marchitar de forma parecida a la escena de 'El Mago de Oz' cuando el agua se vierte sobre la bruja y ella se marchita»
«Eso es lo que le va a pasar: porque a medida que te vuelves más fuerte, a medida que lo superes —porque lo harás— él se debilitará y se marchitará. La prisión no es un lugar para que un ser humano viva»
Y a otra le dijo:
«Ni siquiera el Ejército es tan fuerte como tú. Eres una heroína, una superhéroe. El monstruo que se aprovechó de ti marchitará. Eso es lo que le ocurrirá, porque cuanto más fuerte te haces tú, a medida que sobrepases esto, y lo harás, él se debilita y se apagará. La cárcel no es lugar para que un ser humano viva”
